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Trabajo y estudio, ¿Cómo hago para ahorrar?

Eres de las personas que estudia en la universidad y trabaja, pues, de seguro te has dado cuenta que hoy más que nunca necesitas administrar muy bien tu dinero para evitar cualquier apuro con tu presupuesto mensual.

Sin embargo, algo que debes conocer es que siendo estudiante es posible ahorrar con solo un poco de planificación, esfuerzo y voluntad. Notarás cómo empezarás a gastar menos y aumentarás tus ahorros. Para los estudiantes, la idea de ahorrar dinero significa dos cosas: gastar menos dinero en algo y acumular ahorros.


Por esta razón, hemos creído conveniente darte a conocer algunos consejos para que estudiantes como tú puedan conseguir sus objetivos a base de ahorro. Ponlos en práctica y nunca tendrás que acudir a tus padres para contarles que te has quedado sin dinero antes de tiempo.



Como todo en la vida, lo primero es hacerte un plan. En este caso, el plan se llama presupuesto y consiste en hacer dos listados. En el primero coloca los ingresos que tienes cada mes y en el otro los gastos mensuales. En caso de que los ingresos superen los gastos, estás por muy buen camino. Te sobrará cada mes un dinero que puedes destinar a tus ahorros. En cambio, si los gastos superan a los ingresos, tienes un problema, declárate en bancarrota.



Crear un presupuesto es fácil, pero respetarlo es otra cosa. Debes resistirte a la tentación de gastar dinero en cosas que salen de tu presupuesto, por mucho que te apetezcan. Al inicio puede ser probable que las previsiones varíen de lo planeado. Lo importante es que seas consciente de cuánto dinero estás gastando cada día y asegúrate de que no supere tus ingresos.



El estrés abunda, pero una vida sana te ayudará a mantenerte saludable. La salud física y emocional se manifiesta en nuestro día a día y puede reflejarse en la economía. Realizar ejercicio al menos dos veces a la semana o realizar alguna actividad que te ayude a relajarte tendrá un impacto positivo bastante considerable en tu salud.



Es probable que haga falta un sitio donde guardar el dinero que recibes, hasta que decidas gastarlo. El mejor lugar para conservar tu dinero es el banco. Lo ideal es que tenga sucursales tanto donde vives como donde trabajas y estudias. Cuando decidas abrir una cuenta, lo más cómodo para acceder a tu dinero es que te den una tarjeta de débito. También tendrás la posibilidad de pedir una tarjeta de crédito. Para ello debes conocer que diferencia a una de la otra.


• Tarjeta de débito: cuando pagas con tu tarjeta de débito o cuando la usas para sacar dinero del cajero automático, el importe se reducirá de inmediato en tu cuenta. Cuando tu cuenta llegue a cero, no podrás utilizarla.


• Tarjeta de crédito: estas tarjetas te permiten seguir comprando, aunque no tengas dinero. Al comprar, el saldo de tu cuenta no cambia porque es el banco quien paga por ti. Sin embargo, se genera una deuda con tu banco que suele liquidarse a fin de cada mes. Si no hay dinero suficiente en tu cuenta, pagarás intereses elevados sobre esa deuda mientras exista.


Lo recomendable es que uses tu tarjeta de débito para evitar problemas con la tarjeta de crédito, porque lo que estás buscando es ahorrar y no endeudarte.



Puede suceder que salgas a estudiar o trabajar fuera de la ciudad, por tanto, tendrás pagos que realizar, como: alquiler, luz, teléfono, etc. Aunque, el teléfono los puedes pagar con tu tarjeta y se reducirá automáticamente de tu cuenta bancaria sin tener que hacer más nada. Otros servicios tendrás que pagarlos ordenando una transferencia bancaria o pagando el recibo en una agencia.


Recuerda, es importante siempre pagar a tiempo. Si pagas tarde o no lo haces, puede dañar tu crédito y se te hará más difícil que en un futuro obtengas una tarjeta de crédito, préstamos o hipotecas.



Existen muchas maneras de reducir tus gastos. En caso de que quieres distraerte, en ciertas ciudades se organizan fiestas, conciertos y visitas a museos gratuitos y puedes aprovechar para organizar tu tiempo de ocio. Aprovecha los descuentos a los que pueden acceder estudiantes como tú, con solo presentar el carné universitario y todas las demás ofertas. Acude a los supermercados donde ofrecen productos económicos, también puedes comprar cosas de segunda mano. Por último, cuando decidas comprarte algo, pregúntate si realmente lo necesitas.


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